Escapar ya no es posible
Así como el titulo lo dice, no me es posible escapar mas a mi realidad y por eso estoy escribiendo otra entrada sin sentido para el resto del mundo que no es yo. Que casualmente es el resto del mundo.
Entro de nuevo a la universidad con los mismos o aun mas bajos ánimos que hace un mes, antes del paro. Quizás sea mi inconsistencia al pensar o tal mi extraña soledad auto impuesta la que me esta haciendo querer botar todo al carajo. Como siempre la única forma que tengo posible y que quiero hacer posible es este ridículo blog que aveces se me da la gana de utilizar como diario, ¿que pretendo con esto mas que hacer que alguien me ponga cuidado, cuando en realidad me comporto de tal forma que nadie quiera siquiera entablar una conversación con migo?
Botar todo al carajo, rendirme, escapar y seguir huyendo de la realidad, esa maníaca realidad que solo ofrece frustacion y un cubículo con un computador para hacer planos. Así veo mi futuro arquitecto, sin ego, sin sueños ni metas mas que pesadillas, estrés y un mal sueldo. De pronto por eso me he negado a trabajar por dinero, por que para hacer arepas siempre hay un puesto aun mas ridículamente odioso de lo que es la vida que llevo para mi.
Me odio a mi mismo por no aprovecharme de mi, por no pensar mas que en mi persona y por sobre todo por justificar ese odio odiando al mundo y la sociedad por hacerme como soy; ahora que lo pienso también el hecho de no "poder" cambiarlo(me). Patético Sebastian, simplemente patético.
Nublado por un oprobio mas negro que el renconr mismo, Sebastian hace de su vida algo insano, que raya absurdamente con la locura, pues constantemente se vuelca sobre si mismo contradiciendo la mera metáfora que acaba de suscitar. Es tan grande su contradicción que aplasta como si fuese el bien o el mal la misma presión atmosférica, es tan reiterado en sus pensamientos que los termino olvidando escribiendo automáticamente unas lineas sin sentido. Es tan minúsculo que el universo de por si resulta una mera imagen implantada a sus ojos para que crea en algo, pues su pequeñez no le permite siquiera hacerse idea de lo que significa tal imagen.
Entro de nuevo a la universidad con los mismos o aun mas bajos ánimos que hace un mes, antes del paro. Quizás sea mi inconsistencia al pensar o tal mi extraña soledad auto impuesta la que me esta haciendo querer botar todo al carajo. Como siempre la única forma que tengo posible y que quiero hacer posible es este ridículo blog que aveces se me da la gana de utilizar como diario, ¿que pretendo con esto mas que hacer que alguien me ponga cuidado, cuando en realidad me comporto de tal forma que nadie quiera siquiera entablar una conversación con migo?
Botar todo al carajo, rendirme, escapar y seguir huyendo de la realidad, esa maníaca realidad que solo ofrece frustacion y un cubículo con un computador para hacer planos. Así veo mi futuro arquitecto, sin ego, sin sueños ni metas mas que pesadillas, estrés y un mal sueldo. De pronto por eso me he negado a trabajar por dinero, por que para hacer arepas siempre hay un puesto aun mas ridículamente odioso de lo que es la vida que llevo para mi.
Me odio a mi mismo por no aprovecharme de mi, por no pensar mas que en mi persona y por sobre todo por justificar ese odio odiando al mundo y la sociedad por hacerme como soy; ahora que lo pienso también el hecho de no "poder" cambiarlo(me). Patético Sebastian, simplemente patético.
Nublado por un oprobio mas negro que el renconr mismo, Sebastian hace de su vida algo insano, que raya absurdamente con la locura, pues constantemente se vuelca sobre si mismo contradiciendo la mera metáfora que acaba de suscitar. Es tan grande su contradicción que aplasta como si fuese el bien o el mal la misma presión atmosférica, es tan reiterado en sus pensamientos que los termino olvidando escribiendo automáticamente unas lineas sin sentido. Es tan minúsculo que el universo de por si resulta una mera imagen implantada a sus ojos para que crea en algo, pues su pequeñez no le permite siquiera hacerse idea de lo que significa tal imagen.
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